Voy camino al hospital, he prometido a Orestes que lo ayudaría mientras Ramona vuelve. Hernández conduce y el silencio me aburre, así que me animo a preguntar.
—¿No te aburre hacer esto?— me mira por el retrovisor
—¿A qué se refiere Vanessa?
—Conducir, cuidar, perseguir— le digo entre risas y él comparte mi simpatía
—No, no me aburre, es mi naturaleza— lo miro confundida
—¿A qué te refieres?— se encoje de hombros
—La academia del señor Dihmes es asombrosa y desarrollan el instinto protector del personal— mi cara parece un signo de interrogación.
—¿La academia?
—Es uno de has empresas del señor Dihmes y su familia.
—Aún no conozco a nadie de su familia, disculpa mi ignorancia— se mira un poco avergonzado.
—Conoce al s