Camila Smith
—Buenos días.— Saludo apenas entro al consultorio, el doctor Alec tiene enormes ojeras, pero como no es mi problema ni siquiera le pregunto nada.
—¿Qué tienen de buenos?— Ladra y yo ruedo los ojos, ni siquiera debi saludarlo, hoy carga un humor de perros y se le nota a leguas.
—¿Te p