— ¡Usted no es nadie para despedirme!— Chilla y se me va encima, parece que me ha estado menospreciando por el hecho de mi distanciamiento con mi esposo.
—Max suelta las muletas y la detiene sujetando la mano con la que intentaba golpearme—Cuidado con lo que intentas, llegas a tocar un pelo de mi e