A la mañana siguiente, Pablo despertó antes que Julieta, que estaba abrazándolo y para no despertarla se quedó quieto, mirándola. Embelesado con lo hermosa que se veía.
Un momento después Julieta abrió los ojos y al ver a Pablo al lado suyo se asustó, haciendo que Pablo también se asustara.
- Pensé que era un sueño - dijo Julieta sorprendida.
- Pues no, yo soy real-dijo Pablo acercando la mano a su rostro.
- ¡Oh por Dios! ¡Janna!
- ¿Qué hay con ella?
- A de estar buscándome.
- Pero si es muy temprano.
- No, es que tengo clases, y si no estoy en casa antes de que despierten, no estaré viva esta noche.
- Tranquila, no pasa nada- la tranquilizó Pablo, mientras la ayudaba a bajarse de la roca - iremos rápido y no se darán cuenta.
- ¡Jessica, Julieta, bajen