Capítulo 40.

Confianza rota.

La chica estaba sentada allí en el monte con aquellos documentos en mano sin saber si todo lo que había vivido realmente había sido real, si esto se trataba del capricho de un niño rico que se había estado burlando todo este tiempo de ella porque esto era divertido para él: hacerle creer que no tenía nada, lo había disfrutado, le había estado viendo la cara incluso a Don Julio, que lo había estado ayudando en el trabajo…

Era una basura de hombre que se estaba aprovechando de la buena fe de ambos, pero ¿cómo y en qué momento había ocurrido si ni siquiera se habían dado cuenta?

No podían ser la misma persona, definitivamente él no era el Brian del cual ella se había estado enamorando porque aunque no lo admitiera había algo en el hombre que no solo le gustaba sino que le resultaba encantador.

-Qué mala suerte tengo yo que se vino a burlar de mí en mi cara esa bandeja

la chica no lo sabía pero el hombre estaba corriendo buscando desesperadamente a dónde hab