Pasaron los días y no había vuelto a ver a Derek pero saber que él se encontraba aquí me hacía sentir extraña pero, de alguna u otra forma, sabía que en él encontraría respuestas.
No pude concentrarme en las clases nuevamente, los problemas que tenía no se despejaban de mi mente y no hacía otra cosa más que pensar cómo solucionarlo. Es más que estresante vivir así, es asfixiante, te falta el aire poco a poco y caes más rápido de lo que puedes imaginar. Mi vida se consumía en problemas y más problemas.
—¿Te sientes bien? —Janne se preocupó
—Sí —respondí con una sonrisa
—¡Hey Alanna! —Thomas alzó un poco la voz. Miré a él —Hoy viene Bastian y no exactamente a v