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El día de la boda llegó, Dorian, era un manojo de nervios, se encontraba en su despacho fumando un cigarrillo, él vestía un fino traje echo a medida color negro, camisa blanca combinada con un moño negro y costosos zapatos de diseñador, el cabello cabello engomado prolijo, resaltaba su rostro atractivo

— No puedo creér que realmente este pasando, sabía que algún día iba a a terminar por casarme, pero no así, no con estos nervios, con este gran amor que siento por ella, no quiero que nada lo estropee, quiero que aunque sea solo por enlace civil, sea la boda perfecta para Alina — Dorian, estaba bastante ansioso

— Todo va a salir tan perfecto como lo has planeado, amigo, ¿alguna vez a sucedido lo contrario? no, ¿verdad? si no te viera como estás de enamorado y nervioso, te juro que no lo creería, esto quedará para la posteridad, cuando mis sobrinos crezcan les contaré cómo estaba de ansioso su padre por su madre el día de su boda

— Te lo prohíbo, Yuri, mis hijos no tienen por qué sab