LO MEJOR, SIEMPRE ES LO QUE SUCEDE.
Emely y Bruno, entraron al centro comercial, uno justo al lado de la otra, ella robaba miradas, con su hermoso look, caminaba con pasos firmes y decidido, dando muestra de la seguridad que sentía en sí misma. Las miradas femeninas iban directamente a Bruno, quién con su aura de misterio lograba despertar el interés en más de una mujer, solo que parecía no darse cuenta, o no darle mayor importancia.
—¿Y bien?— le preguntó él— ¿Qué deseas comer?
—Mmmm. . . no lo sé— dijo admirando el lugar— subamos al área de la feria, quizás allí decidamos por algo.
—Bien— él asintió serio. Los diferentes olores que inundaban el lugar llegaban a ellos, logrando despertar el apetito de ambos.
—No lo sé, podríamos comer casi que cualquier cosa, todo huele increíble. ¿Qué tal, una buena pizza, con mucho queso y pepperoni?
—Suena bien. Iré a hacer el pedido, mientras, espérame en la mesa.
—Bien— Bruno estaba resultando alguien muy agradable, era caballeroso aunque su rostro no expresaba mucho. Él, llegó a