Eliester, cortó la llamada con el poderoso mafioso Castrioli, él había seguido viendo de vez en cuando a Alondra, no la había perdido de vista, y le había reiterado que estaba muy interesado en ella, y que iba a conseguir el permiso para ser novios tarde o temprano
— ¿Qué fué? ¿qué fué lo que te dijo Nathaniel? — Lenin, preguntaba a su hijo
— ¡El señor Castrioli, me va a recibir, incluso dijo que su esposa ordenará una cena especial, que me veía a las ocho! ¡Carajo, Papá, creo que lo voy a conseguir, pueda que ya me dé el permiso para ser novio de Alondra!
— No tendría por qué ser diferente, tienes todo lo que se necesita para ser un digno yerno de un Castrioli — El padre estaba orgulloso de su hijo
— Bueno, iré a terminar un encargo que me dejó Darriel, antes de marcharse a la luna de miel, te veo más tarde, papá — el jóven mafioso, salió de la mansión de su padre, Dylan, bajaba las escaleras y abrazó a su esposo
— Ruso, ¿qué pasa? te ves muy sonriente
— Nathaniel Cast