capitulo 38

Sacó dos píldoras de su bolsillo.

:—Esto es para la resaca.

Recibí la bolsa.

—¿Qué hora es? —inquirí.

Volvió a sonreír.

—La una de la tarde.

Mis ojos casi se salen de su lugar, ¿cómo pude dormir tanto?

—Me van a asesinar en casa.

Me dejé caer en la cama ignorando que estaba semidesnuda.

Luca se acercó, sonrió y dejó un ligero beso en mi frente.

—No te preocupes mi chispita, yo hablé con mi tía, le dije que se nos hizo tarde por eso no te llevé a casa, también le dije que hoy quedamos en almorzar y luego yo mismo te iba a llevar.

Solté todo el aire acumulado. Por un momento olvidé todo, lo miré a los ojos sin pronunciar palabras y me pregunté; ¿por qué eres tan lindo?

Él giró sobre su propio eje y antes que cruzara el umbral exclamé.

—Luca…

Me miró.

»Gracias.

Me hizo una pequeña reverencia y salió de la habitación cerrando la puerta. Abrí el paquete, había un vestido negro corto de punto manga larga acampanada con cuello en V. Un conjunto de lencería del mismo color y unos boti
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App