–¡Maldita sea! –exclamó Dante, enfadado consigo mismo, pero sabía en el fondo que haría sufrir aún más a Sophie cuando supiera que él estaba enterado de ese secreto de su origen que lo dejo consternado. Por asuntos de trabajos le toco que viajar y quedarse en Luctano, tenía que verificar como iba el viñedo, así que pasaría allí varios días y eso lo inquietaba.
Dante miró los altos robles y supo que tenía que hablar con su padre, pero cuando llegó frente a la tumba de Donato no sabía qué decir. . . .
–Siento el escándalo que he provocado con tu hija, padre».. . . pero. . . Se paso por la mano por el pelo.
–No. . .lamento mucho tener un hijo con ella. . .padre. Yo no la siento como mi media hermana, yo la conocí en el pasado y la vi como mujer. . . mi mujer.
–Siento mucho si esto te hace avergonzar, donde quieras que estés. Si es un error, . . . en el fondo de mi ser, no te lo niego papa . . .me encantaría repetir ese error; las veces como le fuera posible. En cuanto al niño... –