Abrió un cajón del escritorio y sacó un móvil de última generación, ella abrió los ojos sorprendida.
—¿Esto?
—Es un regalo para ti, no quiero que estés incomunicada, sino que podamos estar siempre en contacto —ella asintió y tomó el celular con una sonrisa—. Ahora usted y yo vamos a dormir a Fabia