Marina respiró hondo, tocó la puerta de David, él le pidió que entrara.
David estaba sentado leyendo en la cama, ya llevaba su pijama, Marina se acercó a arroparlo. “¿Quieres saber más de él?”.
David la miró. “Yo… ¿No puedo decirle la verdad? ¿Podríamos usar las fotos?”.
Marina negó. “No podemos, eso le afectaría a su cerebro ¿Entiendes? El doctor dijo que él recuperara la memoria con el tiempo”.
David frunció los labios. “Pero…Ya han pasado cinco años y no ha recordado nada”.
Marina acarició su cabello. “Lo sé, a veces las cosas no salen como uno quiere y no podemos hacer mucho al respecto, ahora tienes la oportunidad de conocerlo y pasar tiempo con él”.
David asintió, Marina lo besó en la frente. “Buenas noches”.
Salió de la habitación para entra a la de ella, escuchó la ducha, Dinora estaba en el baño, se acercó a la ventana y la careta de mujer fuerte se derrumbó, su llanto salía incontrolable, se cubrió la boca para no hacer sonidos y trataba de tranquilizarme, pero no pod