En un exclusivo bar de la ciudad, Adrián vió llegar a su mejor amigo, ellos habían estudiado en la misma universidad de élite, el abogado americano conocía el duro y frío carácter de Sergey, pero ahora además no le miraba buen semblante.
— Por fin llegas, ten, creo que lo necesitas con urgencia — El abogado le servía un vaso de whisky, el líquido ambarino casi llegaba a tope.
— En verdad que necesito mucho más que eso, ella se ha ido, piensa que puede dejarme tan fácilmente.
— ¿Quién...? Te refieres a la mujer que trabaja contigo, a la que convertiste en tu amante, A cierto lo olvidaba, tu chef privada. Siempre quiero probar su cocina
— No, no lo entiendes, ella... Isabella... Está embarazada de mis hijos.
— ¡¿Hijos?! ¡¿No es solo un bebé?!
— Resultó ser que ella tiene trillizos en su barriga, son mios.
— ¡Wow, siempre haciendo las cosas de manera extraordinaria, ¿Y ahora que vas a hacer? ¿El mejor papá?
— Siempre, he estado enfocado en la compañía y en mantenerla en