Un buen novio.
Fiorela no entendía de que hablaba el abogado. No había manera de que Azucena estuviera a salvo como ella deseaba.
La jóven oriental vió al hombre tomar su celular para hacer una llamada.
Del otro lado de la linea le respondieron pronto.
— Adriano. ¿Todo está bien con tu recuperación? — El mafioso Dante Ferreti le contestaba a su sobrino.
— Creo que todo va bien tío. Pero para lo que te llamo es para preguntarte, ¿Lo que te pedí marcha bien?
— Eso. Marcha perfectamente bien. De hecho el avión debe estar aterrizando en... Unas tres horas aproximadamente. ¿Qué quieres hacer con la carga?
— Por favor dale hospedaje hasta que salga de aquí. Recuerda que estoy convaleciente y necesito cuidados especiales. Mismos que Fiorela me da. Ya que me den el alta que se reúnan y se pongan al día.
— Muy bien, no hay problema, cuenta con eso y que va a estar a salvo.
— Te lo agradezco. Ya mismo le cuento a mi prometido. Te dejó entonces, saludame a la tía Carolina.
— Lo haré.
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