El agotador bebé Roby.
Tres días después, a Griselda ya le salía más leche de los senos, el bebé Roby pedía comida cada dos horas, a menos que estuviera cómodamente dormido, entonces se esperaba una hora más.
— Cariño, ya me siento mejor, desde hoy me puedo hacer cargo del bebé por la noche. Tú necesitas descansar, mira nada más como estás de desvelado y agotado.
— Solamente tiene cuatro días de nacido el pequeño Roby, y ya me ha dado una paliza, no me deja dormir, si tiene hambre llora, si está mojado llora, si quiere que lo carguen... también llora. Me tiene de su esclavo, querida.
— Hoy por la noche yo lo voy a atender. Tú no tienes que preocuparte por nada. Solo duerme y relájate.
La noche llegó y el CEO se duchó y se puso una pijama de franela a cuadros de color azul. Haría lo que su esposa le pidió, se dispuso a dormir.
A las doce de la noche comenzó Roby a despertarse.
— Ya, ya, mamá ya va a levantarte, pero que pulmones tan fuertes tienes, estoy segura de que todos los guardaespald