Hablando de Dean.
Faltando cinco minutos para las diez de la mañana Zoé hacía ingreso al Panini Toscani, con un vestido blanco de la marca Chanel y unos zapatos bajos también que hacían juego con su bolso en donde se reuniría con Giovanni Nasser para comenzar un sueño.
-Señorita Cannavaro, que gusto verla tan pronto, el señor Nasser la espera en el jardín principal, dijo el recepcionista.
Zoé puso sus ojos en blanco, y pensó, ahora si dice señor Nasser, si me lo hubiese dicho ayer ese nombre seguramente, habría salido corriendo de este lugar, eso es seguro.
-Señorita Cannavaro, sígame por favor, dijo el mesero guiando a Zoé hasta un impresionante jardín trasero que se podía ver a través de los inmensos ventanales del lugar.
-Señorita Cannavaro, que gusto volver a verla, dijo Nasser extendiéndole la mano, para ser una pobre mujer como me dijo ayer, le queda espectacular ese vestido Chanel, los zapatos y ese bolso, ve, yo también presto atención a las cosas insignificantes como mi rolex, dijo él riendo,