Samuel Lowy.***
Me había aplicado en entregar mi puesto lo antes posible a Scott Black, es el clásico niño rico que lo tiene todo, aún recuerdo lo que hizo pasar a mi adorada esposa.
- Aquí tiene lo último, firmé aquí y aquí.
- Entonces, se va a dedicar a rascarse el estómago bebiendo vino y comiendo queso mientras su esposa se embaraza cada año.
- No es de su incumbencia pero pronto sabrá se mi enorme panza y la de mi esposa.
-No entiendo algo, desde el día del avión que le dió su lugar se enamoraron o qué pasó.
- Es verdad, no le he dado las gracias por eso, digamos que eres nuestro cupido.
- No está algo mayor o será que es su sugar .
- Para el amor no hay edad, téngalo presente.
- Está bien no se enoje.
- Si no hay más le hago entrega de su oficina, ya retiré mis cosas.
- Gracias - se sienta el la silla y se recarga - espero que se la pase bien.
- Así será, téngalo por seguro.
Este hombre con su ironía cae mal. Me dirijo a ver a Fransua para despedirme.
- Fransua, ya está todo lis