El punto de vista de Michael
“¡Miguel!” gritó Ebony.
Inmediatamente corrí hacia ella, me incliné y la levanté tan suavemente como pude.
—Me lastimó. Mira —añadió, señalando sus mejillas con el índice de la mano derecha.
Vi cicatrices rojas y rectas en sus mejillas.
¡Ese bastardo! Grité.
“¡Le voy a dar una buena lección!” Le aseguré a Ebony.
Utilizando los dedos de mi mano derecha, comencé a acariciar cuidadosamente su mejilla mientras decía cosas bonitas mientras intentaba hacer mi mejor esfuerzo para aliviar su dolor, pero era como si cuanto más lo intentaba, más aumentaba su dolor.
“¡Ay!” gritó ella.
“Todo va a estar bien, cariño”, le aseguré una vez más.
—Pero duele, ¿viste lo que me hizo esa perra? —maldijo.
“Voy a darle una lección, pero primero vamos a conseguirte la ayuda que necesitas…”
Con esto la ayudé a sentarse con cuidado en una silla y salí a buscar a una enfermera.
En cuanto salí de la habitación, mi mirada se cruzó con la de una de las enfermeras que atendía a Liz. «V