"De acuerdo, te daré 1000 dólares cuando estés en el más allá. Puedes usar el dinero allá".

Rodney agarró una de las piernas de Freya y la arrastró. Justo cuando estaba a punto de hacer su movimiento, su teléfono sonó.

Freya aprovechó rápidamente la oportunidad y le dio una patada en la cara. Luego, ella salió corriendo a toda prisa.

"¡Detente!".

Rodney la persiguió, pero su teléfono seguía sonando. Contesto la llamada con fastidio: "Dilo. Estoy en medio de algo".

"Oh, parece que aún no has terminado, Joven Amo Snow. Estar con cinco mujeres por la noche no fue suficiente para ti, ¿así que también tienes que encontrarte con otras mujeres durante el día?", se oyó una voz sarcástica.

Rodney miró el identificador de llamadas. Era Jessica Snow. Él se estremeció de miedo.

"Hermana Mayor, no sabía que eras tú".

"Ya, está bien. Me da mucha pereza hablar de tonterías contigo. Vuelve aquí rápido. El abuelo te está buscando", dijo Jessica con frialdad.

Rodney estaba a punto de llorar. "