Al escuchar eso, Charity levantó la cabeza y le dio a Steven una mirada complicada. “No le digas a Max”.

Steven estaba confundido. “¿Por qué?”.

“Él tiene sus propios problemas. No sigas molestándolo”, dijo Charity con una expresión seria. “Sé que ustedes dos tienen una relación fraternal cercana, pero como están aquí para protegerme, solo tienen que hacer su trabajo. No tienes que contarle todo en detalle”.

Steven se sintió incómodo.

Le había contado muchas cosas a Max.

Max sabía muy bien lo que Charity hacía todos los días.

“Steven, sé que Max se preocupa por mí”. Charity suavizó su tono. “Siempre me ha tratado bien, pero cada uno tiene su vida privada. Además, su deber es proteger al primer ministro. Afectará su promoción si sigue preocupándose por mis problemas”.

“Entiendo”. Steven puso una expresión seria. “Lo tomaré en cuenta en el futuro”.

“Mientras tanto, consigue dos guardaespaldas más con buenas habilidades. Es imposible que no tengas conexiones en la industria”.

“De