Días después
Ignacio y Laura, se dirigieron al consultorio de Ana Cristina, querían retomar su vida normal, eso significaba tener relaciones sexuales con la debida protección. Los últimos exámenes médicos realizados a la joven indicaban mejoría.
Llegaron tomados de la mano irradiando la alegría contagiante de la juventud, esperaron que Ana terminara de atender a unos pacientes e ingresaron a la consulta.
—Buenos días —saludaron a dúo, la doctora se puso de pie, y respondió con un efusivo abrazo al par de jovencitos.
—Muchachos que alegría tenerlos por aquí —expresó contenta la doctora—. ¡Laurita se te ve mucho mejor! — exclamó Ana Cristina.
—Si tía estamos felices, el último hemograma que se efectuó Laura dio buenos resultados, los glóbulos y plaquetas no han disminuido se mantienen estables y para su enfermedad eso es favorecedor —coment
Queridos lectores, una situación bastante complicada para Ignacio y Laura. ¿Qué opinan de la decisión de ella?