Con delicadeza muerdo su labio inferior, luego el superior con cuidado paso mi lengua por sus labios y ella los abre para morderme.
—Que traviesa Señorita Beckham, ¿no lo cree usted?
—No me tortures y sólo bésame. —dice con voz ronca. Esa voz me mata.
—Deseo concedido, nena.
Me pierdo en sus labios, los besos con delicadeza y luego con ferocidad, como un lobo hambriento de ella. Nuestras lenguas están en plena batalla, una de sus manos va a parar a mi nuca y me acaricia.
Debo controlar mis instintos, no quiero asustarla mucho ha dejado con que la bese de esa forma tan hambrienta.
Me separo un poquito y la veo directo a los ojos.
—No es la manera más romántica, pero ¿te gustaría ser mi novia y acompañante de aventuras? —se lleva una mano a la boca, está anonadada, mi chica dulce está floreciendo.
—C-claro que q-quiero… N-no lo puedo creer. —nos volvemos a besar, pero no por mucho tiempo.
Vamos por unos refrescos, vemos a Akira jugando verdad o reto y a Danilo con Tatiana jugando cartas