Mientras Victoria viajaba a su nuevo destino, Julia se encontraba luchando por su vida y la de su pequeña criatura, que decidió llegar al mundo aun cuando todavía le quedaban dos meses para nacer.
Sofía caminaba de lado a lado, las horas y cada minuto que pasaban se hacían eternos, además de regañarme por dejar a Julia sola en casa, si no hubiera sido por el profesor quien cruzó para saber de Ethan Julia y su bebé estarán muertos, bueno al menos esa fue una parte de la versión que dio Ángel.
Ya que no había forma de explicar que hacía él a esas horas de la noche en la casa de Julia y más al ver en las condiciones en que ella llegó, pues aparte de estar desmayada traía solo una bata puesta.
Pero aun así, Sofía y Margarita estaban agradecidas, ahora solo faltaba que la cesárea saliera bien, pues debido a la complejidad de Julia tuvieron que hacerle cesárea.
Sofía y Margarita se pusieron de pie al mirar al ginecólogo de Julia venir hacia ellas.
—¡Doctor!, ¿Cómo están mi hija y mi nie