Capitulo 27: —¿Que significa eso?.

Capítulo 27.—En estos momentos no. No te quiero ni ver. —sabía que esa era mi rabia hablando por mí.—Claro. —me ignora.Apoyo mis manos en sus firmes y duros glúteos por miedo a caerme, aunque dudaba que eso fuera a pasar.Veo a Susan en la acera, con Henry reteniendola por la cintura porque la pobre trata de llegar a mí, pero no la deja. El chico sabe que no debe meterse en el camino de Will.Me odiaba más a mi misma por tener que ponerla en esta situación, verla llorar me destrozaba el corazón. Yo siempre, desde que la conocí, cuide de ella. No quería que nadie la hiciera llorar y, sin embargo aquí estaba yo, viéndola llora por querer cuidar de mí.—Will por favor dejame hablar con Susan. No quiero verla así.—No. Ya se le pasara.—Me importa una mierda si se le pasa o no. Quiero que me bajes ahora, necesito tranquilizarla.—¿Prometes que no saldrás corriendo?.—No tengo las fuerzas necesarias

Capitulo 28: —Sabes, me gustaría saber más de ti.

Capítulo 28.¡Oh mierda!Voy corriendo al vestidor deteniéndome en seco en el umbral de la puerta de éste, al ver un pedazo de tela gris destrozado al lado de mis tacones. Camino hasta él y lo recojo. Una exclamación de horror se queda atrapada en mi garganta cuando veo lo que le ha pasado a mi pobre vestido: Cortado, rasgado, apuñalado y... No quedaba nada de él.Busco mi cartera y saco las pastillas, veo que solo me he saltado dos días, eso no marcara la diferencia. En realidad, estaba muy molesta como para que eso me importara ahorita.Me pongo unas bragas de sedas negras y un sujetador, agarro un suéter de Will y me lo pongo, solo me llegaba más abajo de mi trasero. Mi cabello aún mojado, lo dejo suelto.Bajo las escaleras con el pedazo de tela en mis manos y voy directo a la cocina, donde lo encuentro con un pantalón chandal y sin camisa, dejándome todo su torso para mi disfrute... Un cuerpo musculoso y bien formado para su edad.«Conc

Capitulo 29: —¡Buenas tardes, Marcus!.

Capitulo 30: —No me lo he podido poner..

Capitulo 30CAROL.Decido echarle un vistazo rápido; Jeans ajustados, camisa blanca y una chaqueta de cuero negra. No recuerdo haberlo visto tan informal y relajado. Se veía deliciosamente sexy.—Me alegro. Bueno... Yo... Iré por uno para mí. —me rodea dejándome así, como si no me conociera.—¡Oye! —lo jalo del brazo, él voltea pero no le doy tiempo a decir nada, poniéndome de puntillas le doy un casto beso en sus suaves labios—. Deja de mirarme como si no me conocieras. —le susurro antes de darle un último beso. Su ceño se profundiza aún más. Pero en lugar de irse me agarra, quitándome de la entrada. Me mira un segundo más y luego pega sus labios a los míos en un beso tranquilo, seductor, apasionado, como si me estuviera desnudando con su boca en plena calle. Cuando deja de besarme estoy toda desorientada y súper más excitada que nunca. Mi respiración es irregular. Will me sostiene por la cint

Capitulo 31: ¿Donde estas? W.

Capitulo 31CAROL.Su respuesta llega unos minutos después.Will:Hola amor ¿cómo estas?, yo también te he extrañado mucho. ¿Que pasa, nena, estás molesta? Siento mucho no poder irte ha buscar, aún estoy con los chicos ya casi estamos listo para salir. W.Pienso en que responderle; tenía tantas ganas de decirle que si, Que odiaba el modo en que me dejo tirada en la tienda. Que lleva todo el día fuera del apartamento. Que estás dos ultimas semanas que llevamos viviendo juntos han tenidos muchos altos y bajos, (más bajos que altos). En vez de eso decido evadir las preguntas.Yo:Susan no podrá pasar por mí y por lo visto tú tampoco, ¿te importaría si tomo uno de tus autos o pido un taxi? C.Will:Agarra unas de las llaves que están en el escritorio de mi despacho. W.Esta vez no hubo preguntas, solo una simple respue

Capitulo 32: —Se que mueres por dármela, así que házlo. 

Capitulo 32Will permanece a su lado con aire de superioridad, desvía la mirada a hacia mí y me hace un guiño, las mariposas cobran vida y comienzan a revolotear. Me quedo Completamente perpleja contemplándolos ha ambos tan iguales. Sintiéndome atraída de manera irresistible. Si no fuera porque Susan esta abrazando a su tío, juro que no podría distinguir el uno del otro.Al acercarse más a nuestra mesa puedo detallarlos mejor: Will y su hermano eran exactamente iguales; mandibula cuadrada y fuerte, de conflexion musculosa, ojos del mismo color gris intenso. Pero uno era un poco, solo un poco, más delgado y alto que el otro. Del resto no podía saber quien era quien, el parecido es tan increíblemente sorprendente. No sabía porque, pero mientras más veía ha su hermano más familiar se me hacia. Mi mirada oscilaba entres los dos tratando de descubrir algo que estaba pasando por alto... Yo lo sentía, sabía que... Me detengo en algo tan tonto como su tra

Capitulo 33: —VIGILA. ESA. BOCA.

Capitulo 33El ascensor anuncia su llegada pero por muy extraño que pareciese, las personas nos dejaron subir primero. Tal vez se debía al hecho de que eramos los últimos en bajarnos. Will y Dylan saludaron a varias mujeres al pasar lo que hizo que me molestara más de ser posible eso. Nos acomodamos en el fondo del pequeño espacio: yo quede en medio de los dos chicos, me sentía super diminuta con ellos a mi lado. Una vez que todos hubieron subidos las puertas se cerraron y todos marcaron su respectivo número en el tablero.Unos dedos fríos hacen contacto con mi piel recorriendo ligeramente el contorno de mi espalda muy cerca del borde del vestido, me tenso en seguida conteniendo la respiración, en una suave demostración cariñosa. Lo malo es que era Dylan quién estaba provocando que un leve gemido por poco se escapara de mis labios, si no los hubiera mordido con fuerza. Entonces siento como otra mano se une al silencioso juego de "todos ataquen

Capitulo 34:«¿Porqué le resultaba tan difícil contarme?»

Capitulo 34—No, yo no pienso nada. Solo que todo cansa y tiene un límite. Y ya mi límite por hoy a llegado a su final.—Ven, vayamos arriba.—No. Lo siento, hoy quiero estar sola.—¡Maldita seas, si creés que vas a salir de aquí!.—¡Maldita seas, tú, Will, si creés que me lo impedirás!.—No saldrás. —me grita.—Nunca pedí tu permiso para poder marcharme. —me agarra por los hombros con tanta fuerza que se me escapa un gemido. Lo miró súper cabreada—. Quítame tus manos de encima, me lastimas.Golpeó sus manos al quitarlas de los hombros.—No quiero que vuelvas a tocarme en tu puta vida, William Reyes. Tienes que saber cuándo darle espacio a una mujer... ¡A mí, al menos!. —le doy una mirada severa.—No digas eso, por favor. —su voz se rompe en un débil susurro.Sus ojos me traspasan el alma al verlos rojos y con lágrimas. Esto me estaba abriendo un enorme agujero en el pecho y el dolor era horrible, per