Fabrizio
—¡Freya!—
—¡Fabrizio, estás aquí! Sabía que habías sido tú, el antídoto... —
Desde que salí de las puertas del castillo había sido un infierno, vi guerreros caídos por todas partes, el piso estaba bañado de negro con la sangre de nuestros enemigos caídos, pero habíamos logrado reponernos y