Xavier
—¡Muévete, alfa! —me gritaban los Herejes de la Noche, tratándome como un prisionero, y lo era. En años de ser alfa y de estar en varios enfrentamientos, jamás me habían atrapado. Me llevaban más allá de las montañas y me alegraba alejarnos de Luces de la Noche, quizás ellos tendrían una opor