—Y como siempre, espero que usted esté del lado correcto...—
—Cada vez me es más difícil ver entre lo correcto y lo incorrecto, Fabrizio—
—Busquen en su corazón, mi señora —le digo, y ella sonríe.
—Supongo que te refieres al lugar de los lobos y tu amigo el rey. Si quizás si… igualmente, te quer