¡Por la diosa, cómo puedo imaginar ahora mismo, despertarme todas las mañanas viendo esos ojos fantásticos, sería la mujer más feliz de este mundo!
— Por favor, solo escúchame, te lo suplico, sé que lo que hice estuvo mal, aunque fuera en el pasado y aunque yo no te hubiese conocido. No tengo excus