Fabrizio
— ¡Fabrizio! ¡Volvimos! — me gritaba una voz en los pasillos, y cuando volví a ver, eran mis amigos que habían regresado.
—Gracias a la diosa luna que han vuelto — les digo mientras los recibo con abrazos.
— ¿Tan mal está la cosa? Nos desaparecemos un par de días y todo se viene abajo…—