— Pronto vendrán varios cambios... prepárense. Estén alertas. Sigan las instrucciones…Ahora ¡A celebrar!— dijo él mientras yo tragaba saliva. Los lobos empezaron a levantar y a gritar. Él se agachaba y tomaba mi cara.
— Nuestro momento se acerca... mi luna. Estarás en mi habitación esta noche...—