Fabrizio
— ¿Qué encontraron? — pregunté.
— Tal como lo mencionó su alteza, los rastreadores están muertos — me dijo uno de los guerreros, y suspiré.
— ¿Al igual que Paul?—
— Sí, señor— me responden. Suspiro.
— Quemen los cuerpos y manténganse alejados. Si ven a alguien que se sienta mal o esté