27. Soy tuya León
A pesar de tener unas ganas inmensas de poder estar juntos, tuvimos que regresar ya que al otro lado de la habitación estaban nuestros padres y Daniela esperándonos. No podíamos hacer el amor aquí en la biblioteca, bueno si podíamos, pero no era el lugar indicado para tener tu primera vez, esa debería ser especial o mínimo ser el intento de algo especial. Yo quería que para León fuera algo inolvidable. Así que decidimos esperar sólo un poco más hasta que la cena terminará y pudiéramos ir a un lugar adecuado donde pudiéramos descargar toda la tensión sexual que llevábamos acumulada desde que nos conocimos.
Una hora después…
Al salir de casa ya nos esperaba un bonito y lujoso BMW.
—¿De quién es? —pregunté sorprendida.
—Es mío… —espeto con picardía —¿te gusta?
Asentí mientras admiraba aquel lindo auto.
—Oye no tardaste nada en comenzar a gastar tu fortuna —solté a manera de broma, León sonríe.
—Fue una sugerencia de tu Joaquín, para poder moverme con mayor facilidad, de hecho, él fue con