Capitulo 5

Genial! Al parecer ahora todos encuentran atractivo chocarme por detrás. ¿Acaso me pusieron un letrero que dice "soy apetitosa, cójanme" y no me entere?

¡Qué fastidio!

Entro a mi oficina con el idiota sexy y su amigo siguiéndome los pasos y sintiendo la mirada de unos azules intensos en mi espalda. Me siento en mi lugar detrás del escritorio y ellos se acomodan frente a mí.

Aun no me creo que el ojiazul sea el dueño de los clubes más reconocidos en Francia. Y la verdad es que no creí que lo volvería a ver, ni a él, ni a su amiguito que por cierto es el pelirrojo con el que Ivonne se estaba enrollando en el club.

Por un momento llegan a mi mente recuerdos del viernes en el Sensation cuando sentí todo su cuerpo pegado al mío y de repente siento calor. ¡Dios Bendito que cuerpo! Cualquiera puede fácilmente confundirlo con un modelo, sus brazos fuertes se le marcan por encima de la camisa que lleva y...

Me doy dos cachetadas mentales reprendiéndome. Concéntrate Leya.

En el transcurso de la mañana me pongo de acuerdo con ellos y en dos días tendré que presentarles al equipo con el que trabajaremos el proyecto.

Me pongo manos a la obra haciendo anotaciones de cada detalle concerniente a sus clubes. En palabras simples necesito conocer la temática que ya tienen sus clubes para crear nuevas que nos generen ganancias a todos.

Tocan la puerta y antes de que autorice el paso Ivonne entra.

— ¿Me mandaste a llamar?

—Sí, tenemos que realizar un nuevo proyecto y necesito a todo nuestro equipo de publicidad y diseño reunido en la sala de reuniones. Ya hable con Amélie así que no habrá problemas— me mira con el ceño fruncido y confundida, pero se va haciendo lo que le pedí y al rato regresa.

Me levanto y caminamos a la sala de reuniones, donde ya todos nos esperan.

— ¿Nuevo Proyecto? Pensé que la edición de la portada y el nuevo libro del señor Collins era nuestro trabajo más importante ahora mismo.

—Yo también lo pensé, pero de buenas a primera a Amélie le dio por cambiarnos todo, ya sabes como es. La edición y publicación de ese libro le tocara al equipo de Marianne, tu y yo nos encargaremos de algo más grande.

— ¿Algo más grande...? —

—Sí, algo más grande. — Respondo riéndome— ¿Hoy te levantaste con sordera o qué...?—

— ¿Puedo saber de qué se trata?— me interrumpe cuando llegamos y abro la puerta.

—Anda chismosa, ya te enteraras.

Aun no entiendo porque la bruja decidió cambiarnos de proyecto, dure meses negociando con el señor Collins para sacar adelante la publicación de su nuevo poemario.

Es un cliente muy importante ya que sus poemas y demás libros son muy reconocidos y aclamados por toda Europa y muchas editoriales quieren trabajar con él. Así que no entiendo el porque de todo este cambio o más bien porque encargarme a mi dicha tarea donde hay más diseñadores y equipos en la editorial.

Entramos y me siento a la derecha de Amélie, ya que ella como la jefa debe estar presente y al pendiente de todas las reuniones. No la soporto pero tengo que admitir que es muy buena diseñadora.

La sala de reuniones es un salón amplio con una gran mesa en el centro y en el fondo a la vista de todos hay una plasma donde proyectamos los resultados visuales de los proyectos que realizamos.

En la mesa están Sophie y Nathan ellos son editores, se encargan de perfeccionar cada idea plasmada y de darle mantenimiento a la línea editorial de cada proyecto, también están Dominique y Jade, ellos son los redactores de mi equipo, se encargan de redactar los textos, anuncios, que representen aquello que queremos vender y en este caso crear los textos y métodos que nos servirán para promocionar el club, su trabajo es conectarnos con la gente. Luego estoy yo, que soy la diseñadora gráfica y la encargada del proyecto, mi deber es crear y diseñar el logo, el nombre y el contenido visual que la gente podrá apreciar a simple vista, aquello que llame la atención y dirigir al equipo, por último se encuentra Ivonne a mi lado, una vez que ya tenemos todo armado y diseñado ella es la encargada de hacerlo todo palpable, es mi publicista y productora estrella, ella materializa todo el trabajo del equipo, todo lo que creamos y lo lanza al mercado.

Aquí todos tenemos una función.

Abro mi Macbook donde tengo todas las anotaciones y tomo la palabra.

—Bien señores, seré breve. Los he citado aquí para informales que en dos días tenemos una reunión muy importante con un nuevo cliente. Normalmente nuestra área como editorial es la publicidad en un ámbito literario, pero en esta ocasión innovaremos y trabajaremos en algo más grande. Vamos a crear la nueva imagen de un Night-club.

Escucho murmullos. Sé que es algo nuevo pero también sé que podemos hacerlo.

—Por ahora solo tenemos el contacto del dueño el club— continuo — así que quiero que busquemos y nos enfoquemos en presentar ideas, conceptos y referencias acerca de los clubes, tienen un día para hacerlo y mañana a esta misma hora deberán presentar un informe escrito de todo lo que han encontrado y que sea útil por favor.

— ¿Qué pasara con el poemario del señor Collins? Si este nuevo proyecto es tan importante, debemos enfocarnos por completo en él. — Nathan, por cierto el único hombre de nuestro equipo habla y me dispongo a contestarle pero Amélie me interrumpe.

—Marianne se ocupara del señor Collins, por ahora necesito que se centren en este proyecto, si todo sale bien, seremos la primera editorial que trabajara como agencia publicitaria y eso nos generara más fama y ganancias así que a trabajar que quiero resultados. Pueden retirarse. —

Los veo salir y hago el amago de levantarme pero Amélie me lo impide.

—Tu no, Cataleya — dice esperando que Ive salga.

—Espero que no falles — se me acerca y gira la silla en la que estoy hasta que quedo frente a ella— Este es un proyecto muy importante y por tu bien, espero que te comportes de manera profesional — dice haciendo referencia a mi comportamiento esta mañana — por muy buena que seas en tu trabajo no me importara echarte a patadas de aquí si llego a escuchar una sola queja. ¿Estamos? —

Me mira seria y acostumbrada ya a sus pataletas le sostengo la mirada y me levanto de mi asiento quedando frente a ella, pero se me adelanta y habla de nuevo.

—Ah y mucho cuidado con Deaclan, no pasare por alto coqueteos ni informalidades de ninguna índole— habla recelosa y ya sé por dónde viene. Esta mañana vi muy bien como halo al ojiazul del brazo y se pegó a él como una lapa cuando se acercó mucho a mí, además de las miraditas que le echaba y la forma en la que le rozaba su escote de vez en cuando.

Al parecer está interesada en Deaclan y quiere venir a marcar territorio como una perra en celo, algo que no sé porque me molesta pero que no le permitiré, no dejare que nadie me vuelva a pisotear.

—Ya que terminaste permíteme recordarte que el dueño y jefe de la editorial es tu esposo el señor Yael — hago énfasis en la palabra esposo — no tú. Y segundo a mí no me interesa mantener ninguna relación extra laboral y profesional con el señor Müller, aquí yo solo hago mi trabajo, así que te agradeceré que me permitas hacerlo. — camino pasando por su lado ignorándola cuando trata de hablar otra vez, Ivonne me sigue cuando salgo y cuando por fin entro a mi oficina dejo salir todo el aire que estaba conteniendo.

En verdad que esta mujer logra irritarme.

—No entiendo que es lo que se trae contigo la bruja, que te deje en paz de una vez, solo haces tu trabajo y eres de las mejores. — Ive entra y se sienta en el sofá de la esquina.

—Créeme que ni yo sé que es lo que le pasa, o bueno si, está loca. — Reímos y rápidamente mi amiga cambia de tema, enfocándose en el trabajo.

Mi jornada laboral del día termina, recojo mis cosas y me dirijo a mi auto para llegar a tiempo a la universidad. Trabajo de lunes a viernes en la editorial hasta las 4:00 p.m. y estudio en la universidad de artes y diseño en Marsella.

Me dirijo al campus para entregar mi trabajo final del semestre y solo tendré que esperar a que publiquen las notas. Me dirijo al despacho del profesor Meyer, un señor medio gruñón de unos cincuenta y tantos años y con una calva impresionante cabe destacar.

Ya quisiera yo que mi vida brille como brilla la cabeza del señor Meyer.

­—Hola Kami — saludo a la asistente del profesor y pregunto por él. — ¿se encuentra el profesor Louis?

Kamile es una chica muy amable y medio tímida. Me dice que el maestro acaba de salir con una estudiante del área de arquitectura y que puedo esperarlo en su oficina.

A los cinco minutos llega el profesor con una castaña de ojos de color avellana y algo en ella se me hace conocido, vienen hablando de unos planos.

Al verme hacen silencio y la chica me sonríe mientras que el señor Meyer mantiene el semblante serio como siempre.

—Buenas tardes.

­—Señorita Dunner, tan puntual y responsable como siempre, ¿tiene mucho rato esperando? — me extiende la mano, le devuelvo el saludo y hago lo mismo con la chica.

—Solo unos minutos. — Contesto despreocupada y veo como relaja el ceño —Vine a entregarle mi trabajo final del semestre, sé que pude haberlo entregado por correo o habérselo dejado con Kamile pero preferí esperar y entregárselo personalmente. — le tiendo mi carpeta y este la acepta, poniéndola encima de otra carpeta de color azul igual que la mía.

Después de explicarle algunas cosas de mi trabajo, me dice que pase por caja para hacer los pagos requeridos para mi último semestre y me da la buena noticia de que él será mi maestro de guía en mi proyecto de tesis para poder graduarme.

A pesar de ser medio gruñón es un excelente maestro.

Camino por el pasillo cuando termino de pagar y respiro el aire fresco del campus sintiéndome en paz ya que entregue todo y tendré varias semanas de vacaciones antes de empezar con mi tesis.

Siento pasos atrás de mí y giro mi cabeza un poco para ver de quien se trata y veo a la misma chica de antes.

—Hola, que suerte que te alcance, por fin tengo el placer de conocerte. Soy Odette, mucho gusto— la castaña me habla, detengo el paso para esperarla y ella se acerca abrazarme con confianza.

Me quedo descolocada por su acto de afecto tan sorpresivo para mí pero le sonrío un poco incomoda.

­—Hola, yo soy Cataleya Dunner, pero supongo que eso ya lo sabes, ¿Cómo sabes quién soy, de donde me conoces? — pregunto curiosa.

—Eres muy mencionada en las clases del gran maestro Louis Meyer — se ríe y sigue hablando. — Aunque no solo en las clases de él, muchos dicen que eres la estudiante de mejor promedio en todo el campus. Eso es de admirar, tenía muchas ganas de conocerte. — sonrió ampliamente y la verdad es que lo que me dice me hace sentir muy orgullosa de mi misma.

—Vaya al parecer la muñeca si sabe sonreír— ambas giramos ante esa voz y automáticamente mi sonrisa alegre cambia a una tensa y mi mirada cae en el cuerpo de cierto ojiazul vestido con unos jeans y camisa ajustada gris, diferente a como lo vi esta mañana. No me contengo y recorro su cuerpo hasta llegar a esos penetrantes ojos azules que por un momento me idiotizan.

— ¡Deaclan! — oigo el grito de la castaña a mi lado y se lanza al modelito que la espera con los brazos abiertos pero sin apartar la vista de la mía.

— ¿Cómo estas enana? — los veo intercambiar saludos y siento una punzada en el estómago cuando los veo tan cariñosos. No sé qué mierdas me pasa últimamente.

Trato de irme sin que se den cuenta pero su voz me detiene.

— ¿Escapando de nuevo? Se te está haciendo costumbre huir cada vez que me ves ¿No crees? Deberías relajarte un poco — se me acerca y su rico perfume llega a donde estoy — No muerdo, claro a menos que quieras — me guiña un ojo y su sonrisa juguetona me pone los nervios de punta.

Un recuerdo llega a mi mente de unos ojos parecidos y me desconecto de la realidad quedándome paralizada donde estoy.

Veo sus ojos pero en realidad no lo veo a él, los latidos de mi corazón se aceleran, mi frente y mis manos sudan y sé que estoy a punto de pasar por un ataque de ansiedad pero trato de controlarme, cierro los ojos por un minuto y respiro profundo mandando esos recuerdos del pasado a lo más recóndito de mi cerebro de donde no deberían salir.

Vamos Leya, tu puedes hacerlo.

Cuando abro mis ojos veo a Deaclan con el ceño fruncido y a Odette a su lado confundida.

Me relajo un poco y me alejo un poco de él.

— ¿Sabes? Como esto siga así, voy empezar a creer que eres una especie de mal presagio en mi vida. Últimamente te encuentro hasta en la sopa.

— ¿Te gusta la sopa? — pregunta serio pero conteniendo la sonrisa estúpida que se carga y ruedo los ojos por su comportamiento infantil.

— ¿Conoces a mi hermano? Wao, eso es genial. ¿Por qué no vienes con nosotros a tomar algo? — miro a Odette que está entusiasmada con la idea y respiro profundo.

Son hermanos, joder estoy quedando loca.

Miro al ojiazul y éste espera por una respuesta al igual que la castaña. Con razón me pareció ver algo conocido en ella cuando la vi en el despacho del profesor Meyer.

— ¿Por qué lo piensas tanto muñeca? Solo es a tomar un café — Odette dirige su vista de Deaclan a mi repetidas veces y aparta la vista de nosotros sonriendo, como si de repente entendiera algo

—Tienes que dejar de llamarme así, en serio. — lo señalo mirándolo mal y él sonríe descaradamente.

Mi móvil suena y veo en la pantalla el nombre de mi padre, me tenso inmediatamente y ellos lo notan. Se para que me llama y la verdad es que quiero ignorarlo pero se que si lo hago, habrán consecuencias.

— ¿Qué pasa Leya?— Escucho mi nombre salir de sus labios por primera vez y mi cuerpo entero reacciona a eso, pero no me detengo a procesarlo lo suficiente. En este momento necesito espacio.

—Lo siento, tengo que irme.

Sigo mi camino alejándome de ellos y con demasiados pensamientos rondando mi cabeza. Respiro hondo y descuelgo la llamada.

Aquí vamos.

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Y hasta aquí este maratón preciosuras, espero les haya gustado...

Se vienen cosas buenas, así que estén pendientes a la próxima actualización...🔥🔥

Que les parecen Deaclan y Leya hasta ahora?

Los leo...💕

Besos❤️😚

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