Zack

Cuando decidí venir a ver a Korín, no imaginé encontrarla de esta forma. Apenas entramos por la puerta y vi su estado actual, sentí como mi corazón se quebró en mil pedazos. Me parece difícil de creer que hace apenas un mes la tuve en mis brazos gimiendo mi nombre y ahora se encuentre en este estado.

Sé que solo tuvimos sexo, pero para mí fue más que eso. Ella me gusta desde hace tiempo, solo que antes no tuve el valor de expresar mis sentimientos por temor a ser rechazado. Ese día no pude soportar verla tan hermosa y no acercarme, lo que no estaba en mis planes era acostarme con ella, pero igual pasó y fue una de mis mejores experiencias.

Agradecí que Mía dijera que soy el tío de Michelle, aunque después de acercarme y plantarle un beso en la frente creo que el señor Abraham no se comerá ese cuento. No pude resistirlo, se ve tan frágil y delicada. Su piel estaba más blanca de lo habitual, sus labios carnosos pasaron de un rosado claro a un color pálido. Estaba hinchada por los g