Capítulo 15
La verdad que ver a Luter sin camisa era adictivo, su pecho es precioso, sus brazos, no le puedo quitar los ojos de encima.- ¿puedes dejar de mirarme como si fuera comida?- me dijo él. Obligándome a regresar a la realidad- no estaba haciendo eso, solo estaba mirando tus heridas- me justifiqué- si, claro- dijo el incrédulo- pasa- sé quito de la puerta y me dejó entrar- ¿qué te pasó en el labio?- me pregunto, inconscientemente me lleve una mano a mi labio, la segunda cachetada que me dio mi madre anoche provocó esto, pero no podía decirle.- no es nada, solamente me pegué sin querer. Soy muy despistada- entiendo- su respuesta fue muy escueta y seca- ¿qué haces aquí?- eso me recordó lo que hacía aquí- vamos a casarnos- solté de golpe sin pensarlo mucho, si lo pensaba, no sería capas