En la Residencia de Renata Álvarez.
[Señorita Álvarez, al jefe le gustaría saber si ha considerado su oferta.]
Raquel jadeó en el momento en que leyó el mensaje de Carlos. Se mordió el labio y se estudió frente al espejo del baño.
Habían pasado cinco días desde que Adrián le propuso matrimonio. Aun no le había dado una respuesta, pero tenía la intención de rechazar su oferta.
En el espejo, vio el reflejo de una mujer con ojos afligidos. Aparte de los círculos oscuros alrededor de sus ojos, ya no tenía ese resplandor radiante en su rostro, el que solía tener durante sus momentos felices con Bruno. En los últimos días, se había estado concentrando en el cuidado de su madre y estaba tratando de olvidar el dolor acarreado por su divorcio, pero sabía que la sanación todavía era un trabajo en progreso.
Raquel se pasó los dedos por su cabello rubio y se dio cuenta de que estaba enredado, por lo que murmuró: "¿Cuándo fue la última vez que fui al salón de belleza?"
Con un suspiro, se preguntó: