De vuelta en el Hotel Plaza, la boca de Raquel permanecía abierta mientras trataba de procesar todo. Entonces, preguntó: "¿Por qué no puedes simplemente arreglar tu compromiso con Lina Ares?"
Los ojos de Adrián se estrecharon al responder: "Me temo que el compromiso es irreparable."
"¿In… intentaste razonar con la señorita Lina Ares?" Preguntó Raquel.
"No entenderías como es realmente, hasta que la conozcas. Nuestro compromiso se acabó, y eso es definitivo. Ahora, necesito una esposa." Declaró Adrián.
Raquel jadeó y respondió: "Yo… yo no creo que sea una buena idea, Adrián. Estoy bastante traumatizada en este momento."
"No soy Bruno, Raquel. Soy una persona diferente; un hombre diferente," replicó Adrián. "Y, como sugeriste, este será una especie de matrimonio contractual, donde las expectativas se establecerán de antemano."
Ella tragó saliva y miró a Carlos, esperando obtener algo de ayuda, pero obviamente, no la obtendría de él. Así que, en cambio, le dijo a Adrián: "Pero no nos amam