Capítulo 83
—No sé si esto sea una buena idea —dijo Raquel sentada en el regazo de Adrián.

—Ejercitar tus piernas te hará sentir mejor, amor —sugirió Adrián mientras conducía su silla de ruedas eléctrica hacia la playa.

Un gemido escapó de los labios de Raquel. Se quejó—: ¡¿Por qué tuviste que empujar tan fuerte?!

—No te estabas quejando anoche —señaló Adrián, y se rió—. ¿Olvidaste las palabras que salieron de tu boca? ¡Más duro! ¡Más…

—¡Basta! —Raquel rió entre dientes mientras se tapaba la cara—. Vámonos.

La pareja estaba en traje de baño, ansiosa por disfrutar de la playa. A Adrián no le gustaba la multitud. Así que tuvieron que ir temprano en la mañana para lograrlo. Para su sorpresa, no eran los únicos en la playa. La pareja Vargas estaba llevando a su hijo pequeño a nadar.

—¡Hola! —Raquel saludó al verlos.

—¡Oh, hola! —Camila respondió. Estaba en el agua, cargando a su hijo.

No muy lejos, Leonardo se acercaba a la costa. Raquel fue la primera en saludarlo—: Buenos días, señor Vargas.

Leonard
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