48. No la quiero aquí
La vida no siempre va como uno la imagina, dile tus planes a Dios si quieres hacerle reír.
Para Morgan, la aparición de Samantha y Florence en su vida era un hecho afortunado.
Mejor aún cuando esté desarrollo una atracción por la mujer que en un principio le crispaba los nervios.
A la cual con el tiempo encontró que era un ser excepcional.
Y de acuerdo a sus últimos pensamientos, su familia estaría completa en cuanto ella aceptara tener una relación con él.
No cedería hasta que eso pasará, pero como siempre algo o alguien le arruinaría aquellas fantasías.
Sus suegros volaron para ir a ver el estado de su hija, quien odiaba a todo y todos en aquel momento.
Solo deseaba salir de ese encierro, sus padres tampoco estaban al tanto de lo que la depresión aguda le había ocasionado a su hija.
Esto iba más allá de un comportamiento consciente, y ellos no sabían cómo sentirse ni que opinar.
Al verla en aquella condición tan deplorable no pudieron más que pedirle ayuda a los especialistas de psi