Espero a mi prima, tengo que hablar con ella. Así que cuando veo que también sale, la abordo:
-Cris, ¿Por qué lo hiciste?
-Déjame en paz-responde
-No, es en serio. Te conozco, bueno, te conocía y de momento a otro cambiaste, ¿Qué fue lo que pasó?
-No te incumbe, no sabes nada sobre mí. Déjame sola. –Sé que esto la afecta, sus padres no son tan comprensivos como los míos y cuando llegue con el citatorio, no le irá bien. Pero hay algo más que tiene.
-Sabes perfectamente que es de mi importancia, estoy tan involucrada como tú en este problema. –Digo, agotando mi paciencia, no es lo mejor que puedo decir, pero funciona.
-Es tu culpa. Todo es tu culpa. Si no fueras tan, perfecta, no pasaría. No sabes lo que es oír a tus padres hablando de aquella persona a la que más quieres como si la quisieran más que a su propia hija. No sabes lo que es que me comparen todo el tiempo contigo. Que si Cass tiene mejor cuerpo, que si Cass ganó un concurso, que si