Un charco desangre, un cuchillo, y un cadáveratormentan mis sueños. Mi cuerpo duele a causa de los golpes propinados por mipadre y mi alma también pero por la culpa de haber matado a mi madre al nacer.Gritos y cosas estrelladas contra el piso, un arma y un disparo alertan missentidos, un rubio se lanza encima de mi enterrando el mismo cuchillo a laaltura de mi estómago. Veo la sangre rodar por el vientre y los ojos de mipadre brillando en la oscuridad, de ese azul idéntico a los míos pero ya sinvida; una bruma espesa y un grito desgarrador de mujer: — ¡Luzbel, podrásrenunciar a mi, más no a tus bajos instintos! “¡Ayudaaaa, ayudaaa!”“¡auxiliooooo!”. Esa voz tan conocida me hace correr hacia ella, se quien es:Olivia me neces