El Viejo K se lamentó intencionadamente. "Ya que ha terminado con la Srta. Blandita, Amo Blaine, ¿por qué se molestó en darle un arma de todos modos? Ni siquiera tenemos suficientes armas en nuestro coche y sin embargo usted...".

"Cállate".

El Viejo K arrugó los labios y dijo, "Amo Blaine, creo que sólo está preocupado que la Srta. Blandita se meta en algún problema ahora, ¿verdad?".

Blaine respondió con un tono amargo, "Nadie te llamaría mudo si no dices nada".

"Amo Blaine...".

"¿Te estás aburriendo de estar vivo?".

El Viejo K permaneció en silencio y ya no se atrevió a decir otra palabra.

Blaine observó la esbelta silueta que se alejaba por el espejo retrovisor antes de retirar su fría mirada.

...

Ruby, que caminaba por el puente sobre el mar, agarraba con fuerza la pistola en sus manos. No sabía si la brisa del mar le picaba o si se debía a que había reprimido sus emociones durante demasiado tiempo, cuando finalmente se derrumbó. Sus lágrimas finalmente comenzaron