Despierto y Azzael no está en la pieza, ha dejado de llover, me abrigo y salgo, el olor a día después de lluvia es maravilloso, voy a la cocina y Azzael viene del granero con leña en los brazos. Mi madre sentada al lado del fuego de la cocina, hola hija, como amaneciste, a ver, siéntate acá. Me siento y me revisa la herida, bien, ya cicatrizó, estás bien, te duele algo?
- No mamita, nada.
Llega Azzael y me besa buenos días amor, como amaneciste. Bien mi vida, gracias. Mi madre me dice, le pedí al niño que fuera por leña, para servirles desayuno, quieres?
Si obvio, tiene queso fresco y pan amasado, me sirve leche con café.
- Leche que rico, mami, hace tanto que no tomo leche.
- Tu padre se levanto temprano para ir a comprar donde don Lucho, asi que está recién ordeñada, quieres Alejandro?
- Bueno señora Amelia, y mi madre le sirve un tazon de leche caliente.
Llega Mily y dice, buenos diaaas, dormí como una princesa.
- Que tal la pieza hermana, se pasó, sentiste frío.
- Para nada, todo