—¡ah! Stephen, basta ¡ya no puedo más ah! —chilla el omega cuando siente como está por liberarse, y el alfa seguía empujando cada vez más rápido
Aurel estaba de rodillas con la boca abajo, los brazos extendidos y las manos hechas puños, mientras que Stephen apretaba y dejaba marcas de las palmas de su mano en las nalgas de su omega
Cada vez más fuerte y Aurel se corre manchando las sábanas blancas de alfa, sin embargo, Stephen seguía empujando dentro de su omega
Siente el nudo comenzar a formarse y llega a su límite, liberándose dentro del omega, su pene comienza a hincharse por el nudo y Aurel gime más por el nuevo grosor dentro de él
Cansado y sudoroso, Aurel ya no puede más y termina cerrando los ojos por el sueño y cansancio. El nudo baja, entonces Stephen sale lo más despacio que puede, pero el omega gime por el movi