Mientras tanto, en el cuarto de Gael, Eloá estaba recostada en su cama, con el celular en la mano, mostrándole las fotos de todo lo que había comprado y elegido para la ceremonia de la boda.
— Aún no puedo creer que todo ya esté resuelto — dijo ella, con una sonrisa amplia y los ojos brillando de em