— ¿Qué fue? — preguntó Henri, desviando rápidamente la mirada de la carretera para mirarla.
— Nada... — respondió ella de inmediato, dándose cuenta de que probablemente tenía una expresión demasiado tonta en el rostro.
— Puedes decir la verdad — insistió él, con la voz más suave.
Ella solo suspiró,