George notó que su hijo volvía a estar serio.
— ¿Crees que es una buena idea? — preguntó con expresión preocupada.
— No, no lo creo. Pienso que volver allá es un absurdo, pero debo apoyar a mi futura esposa. Quiero que esté bien, y si estar bien significa ir hasta allá, la apoyaré, sin importar lo q