Narra Ángela.
Seguimos nuestra rutina, vestidos de negro con capucha y nos escondemos en el bosque.
—¿Inhalada, inyectada, ingerida?— Pregunta uno de mis compañeros.
—Aún me siento un poco en mi tomo después de consumir marihuana— Río.
— ¿El dinero de las ventas?— Pregunta Alex y cada uno comenzando a entregar todo.
—Necesito mi dinero— Le digo extendiendo la mano y recibiendo mi parte.
—Mañana tendrá nueva mercancía— anuncia Alex.
—No creo seguir, no quiero.
—No puedes salir Ángela.
—¿Por qué?
¿Quién será el padre de Santi?