—Flour Mhmm… dulce de chocolate —balbuceaba el niño en sueños mientras cambiaba de posición para dormir.
Flor todavía estaba congelada como una estatua, mirando boquiabierta a Draco con los ojos muy abiertos mientras Draco dejaba escapar una risa profunda y el sonido de ella hizo que su estómago se confundiera.
Con los dedos apoyados en los labios mientras sonreía, el hombre inclinó la cabeza para mirarla y ella se veía tan adorable.
De repente, la sonrisa desapareció de su rostro mientras miraba la cicatriz.
Ella lo notó mirando su cicatriz, su corazón dio un vuelco y bajó la cabeza dejando que su cabello le cubriera la cara y lo siguiente que intentó bajar de su regazo, pero él no la dejó.
En lugar de eso, la agarró por la nuca y la acercó más.
Sus ojos se fijaron en él mientras él besaba su asustada sien, su ceja y luego su párpado cerrado.
—No te escondas de mí, Flor. Pase lo que pase —él dijo con voz ronca alejándose mientras frotaba suavemente su cicatriz con su pulgar—. Eras, e